Pensadores

Mesa & Parranda

«Ninguna pérdida debe sernos más sensible que la del tiempo, puesto que es irreparable». Este pensamiento de Zeón de Elea dio paso a la teoría del infinito pero también a un nuevo concepto de entender la vida. Come, bebe, ama, ríe porque podremos recuperar cualquier cosa menos el tiempo que se ha marchado.

Esta es la filosofía de la que bebe – nunca mejor dicho – el proyecto de Los Pensadores, una taberna ubicada en la Calle Alhamar de Granada, cuyo deseo de rendir culto al tiempo (el que nos regalamos para pensar y practicar la felicidad) les impulsó irremediablemente a realizar un punto de inflexión en su identidad, en su marca. Y justo en ese punto es donde entró en juego Equilátera.

Su necesidad

Taberna Los Pensadores había conseguido en apenas tres años un excelente posicionamiento entre el público: por la calidad de su oferta gastronómica, por su carta de vinos y, sobre todo, por su vocación de atención al cliente, liderada por un equipo de profesionales jóvenes y entusiastas de la restauración.

Pero la imagen heredada por los anteriores propietarios no se correspondía con la imagen que ellos como equipo proyectaban. Lo mismo sucedía con su local, cuya decoración estaba más cerca de un ambiente de taberna tradicional que de un local moderno, dinámico, elegante. Por eso llegan a Equilátera con una pregunta muy clara: ¿qué nos proponéis? Y claro, no pudimos resistir la tentación de proponerles un cambio integral de identidad y aplicación de marca a local. 

Nuestra solución

La solución de Equilátera no pasaba sólo por hacer un lavado de cara a la identidad. Queríamos y debíamos construir una historia que sostuviera el cambio de imagen, que atrapara al cliente, que tuviera recorrido a nivel de comunicación, marketing y diseño y, al mismo tiempo, que transmitiese sentido del humor, no sólo estética.

El primer paso fue meterle mano a la identidad visual y verbal de la marca. No podíamos tocar el naming pero nadie dijo que no del todo 🙂 Por eso decidimos quitarle el artículo para dejar sólo ‘Pensadores’, porque al fin y al cabo, pensadores son todos aquellos que eligen este espacio para pensar (como sinónimo de disfrutar).

También optamos por decir ‘bye-bye’ al taberna y sustituirlo por un baseline que casara con la personalidad joven, divertida pero profesional del equipo. Además, la solidez que iba adquiriendo el proyecto a nivel gastronómico obligaba a darle más protagonismo a la parte de restauración, pero sin olvidar la de enoteca.

El resultado fue el concepto ‘Mesa & Parranda’, que ha terminando convirtiéndose en una especie de grito de guerra del equipo. Mesa por todo aquello que se puede ofrecer, degustar y compartir alrededor de una mesa. Parranda porque hace alusión a la parra (vinos) pero también a la diversión, al placer de tomar una copa, de reír junto a la gente con la que quieres compartir ese momento.

A nivel gráfico nuestra Directora de Arte tuvo claro que había que apostar por una tipografía elegante, atractiva, que hablase por sí misma. Pero lejos de conformarse con eso, realizó un desarrollo gráfico de la primera ‘s’, sustituyéndola por el símbolo o letra más fácilmente reconocible del alfabeto griego: la letra sigma, a la que sometimos a una evolución hasta alcanzar el símbolo inicial que ha terminado siendo la versión reducida de la marca.

Dicha símbolo, además de significar la excelencia y calidad en términos químicos, representa todo lo queríamos transmitir del mundo griego: la cuna de los grandes pensadores por excelencia. Pero el pensamiento no sirve para nada si no pasa a la acción. Hace falta sabiduría, que es la puesta en práctica del pensamiento. Justo lo que sabía hacer nuestro cliente: materializar los pensamientos de placer en una experiencia gastronómica.

Ya teníamos la historia que construía la marca. A partir de ahí todo salió rodado. Utilizamos célebres frases o cita de pensadores/filósofos/sabios griegos para llevarlas a nuestro terreno en clave de humor. O bien inventamos otras relacionadas con la restauración, el vino o la diversión y las asociamos a estos personajes.

Están presentes en el local (cuya aplicación de marca, dirección de obra y reforma también ejecutamos desde Equilátera), en el diseño de carta, en la web, en la comunicación de redes sociales y en todos los elementos que construímos y seguimos construyendo día a día de la mano de Alberto Pérez y Selena Pérez: propietarios y alma del proyecto.

Un proyecto que hemos hecho propio por profesión, vocación y devoción 🙂 y del que seguimos disfrutando ideando cosas que darán mucho que hablar.