Grupo Gastronómico Carmela

3 restaurantes, 3 estilos, 1 misma personalidad

Ocho de cada diez bares y restaurantes cierran antes de cumplir los 5 años. Sin embargo, hay un grupo hostelero en Granada que le ha dado la vuelta a las estadísticas. Creado en 2012, el Restaurante Carmela no sólo consiguió celebrar el quinto cumpleaños, sino que lo hizo en compañía de otros dos locales más: El Pescaíto de Carmela y La Cuchara de Carmela.

Hablamos del proyecto personal de Pepe Fernández y Carmen Henares, dos empresarios especializados en restauración que se inspiraron en el nombre de la madre de ella – Carmela- para crear desde cero un proyecto que en apenas seis años ha conseguido posicionarse como referente gastronómico de Granada: por calidad, por servicio, por equipo (más de 70 profesionales) pero, sobre todo por su vocación de futuro.

3 espacios ubicados en pleno ‘corazón’ de la ciudad, con 3 estilos diferenciados (cocina mediterránea contemporánea, arrocería-marisquería y freiduría & comida de cuchara tradicional) pero una misma personalidad, la de la auténtica Carmela.

Su necesidad

En Equilátera teníamos claro que un proyecto como el de Restaurantes Carmela, cuyo trabajo, evolución e inversión publicitaria había conseguido que tuviera mucha notoriedad en Granada en muy poco tiempo, necesitaba un punto de inflexión en su estrategia de marca.  Por eso decidimos liarnos la manta a la cabeza, contactar con ellos y retarles a que si nuestra propuesta conseguía enamorarles desde el punto de vista creativo pero también estratégico.

La publicación de este proyecto responde a la pregunta de si cumplimos nuestro objetivo 🙂 pero más allá de retos, lo que verdaderamente nos hace ilusión es compartir con vosotros cómo ha sido el proceso de trabajo con un cliente tan especial.

Nuestra solución

No es sólo una cuestión de que nos vaya la marca :), sino también de ser coherentes con nuestra filosofía de trabajo… por eso nos vimos en la obligación de proponerles justo lo único a lo que no estaban dispuestos a renunciar: su identidad corporativa. Sin embargo, tras un proceso de trabajo y análisis, tras varias reuniones y la creación de un Plan Anual de Marketing y Comunicación, conseguimos ganarnos su confianza  y hacerles ver la importancia de que una marca evolucione en todos los sentidos.

Aceptaron que, al menos, le hiciésemos la propuesta de nueva identidad visual y argumentario de marca y tras presentarla los sorprendidos fuimos nosotros XD… Les encantó a la primera: una marca ‘paraguas’ (Grupo Gastronómico Carmela), tipográfica, elegante y versátil, de la que partieran todas las submarcas correspondienes a cada uno de los restaurantes, jugando con el ‘base-line’ y la gama cromática. Así teníamos a El Pescaíto (azul), La Cuchara (amarillo) y la rebautizada como La Auténtica (rojo), por ser el local original que dio inicio a este proyecto maravilloso.

Un cambio de identidad o re-branding supone, claro está, un montón de cambios (aplicación en local, diseño y producción de cartas, indumentaria, creación de página web de grupo, material corporativo, presentación de marca al equipo en jornada de trabajo grupal, etc.) que hemos ido llevando a cabo de forma paralela a la gestión 360º de su comunicación y marketing (plan de medios, estrategia y gestión de Social Media – redes sociales, blog, contenido audiovisual, creación y envío de newsletter-, diseño y producción comercial y publicitaria, posicionamiento SEO, creación de cuadro de mando analítico para mejorar la toma de decisiones, Marketing Online, etc.)

Porque hacer marca implica, en realidad, estar al lado del cliente día tras día, al tanto de sus necesidades y poniendo a su disposición todo lo necesario en cada momento para ayudarles a mejorar el posicionamiento de su marca pero también a incrementar sus ventas.

La campaña

De entre toda la multitud de acciones que hemos realizado y que seguiremos haciendo a lo largo de 2019, queremos destacar – por el impacto que ha supuesto para el cliente a nivel de notoriedad y conversión- la campaña de publicidad que pusimos en marcha el pasado mes de noviembre con motivo del lanzamiento de la nueva marca.

Desde el principio tuvimos claro que tenía que ser una campaña atrevida, que diese un golpe encima de la mesa (nunca mejor dicho) y estuviese en boca de todos, que rompiera con lo que el grupo había hecho hasta la fecha – creativamente hablando- pero, sobre todo, que tuviese alma, que contase una historia y no sólo fuese un reclamo publicitario.

Queríamos dotar de personalidad a la marca. Si fuese una persona ¿qué tipo de persona sería Carmela? Es más, ¿con qué tipo de personas nos sentimos realmente a gusto y queremos estar? Con aquellas con las que podemos mostrarnos tal y como somos, ser nosotros mismos, sin pelos en la lengua, con quien mantendríamos una relación de confianza, con quien somos naturales y sinceros.

Y justo así es Carmela, la ‘abuela’ de la familia: una mujer trabajadora, luchadora y con unas ganas de reír y hacer reír que nos fascinaros a todos desde el principio, por eso bien merecía que fuese la auténtica protagonista de esta historia.

Nadie mejor que ella podía encarnar la autenticidad de quien dice siempre la verdad, al mismo tiempo que servía de reclamo para hablar de cocina de una forma natural, auténtica y creíble. Y así surgió la idea de crear una campaña en la que se utilizaran frases, refranes y expresiones populares relacionadas con la gastronomía pero cuyo significado se asociara precisamente a eso: a comportarse de un modo natural, a reivindicar ser uno mismo en cada momento. 

Buscábamos dignificar la sencillez, la familiaridad, el sentirse como en casa aunque estemos comiendo fuera de casa. Frases del tipo ‘Me tienes frito’ o ‘No metas la gamba’ ejemplificaban muy bien esa idea, al tiempo que suponía un reclamo visual muy potente.

El broche final lo pone, claro está, la auténtica Carmela, la de verdad, cuyas manos, sonrisa y cariño diciendo ‘Sé tu mismo, yo soy Carmela’ dan verdadero sentido a este proyecto.