El equipo de Equilátera participa esta semana en el Foro Ideápolis, donde ayudamos desde nuestro stand a emprendedores e inventores para que comuniquen más y mejor sus ideas y proyectos. Pero también hemos impartido una charla para recordar que ‘Sin marca, NO hay negocio’. Es decir, que una idea brillante no garantiza por sí sola que vaya a brillar. Necesita convertirse en una marca que enamore y no sólo convenza.
Para eso hemos creado un manual de instrucciones en el que detallamos información general, advertencias de uso, herramientas, pasos a seguir… ¿Manos a la obra?
Lee las instrucciones de uso detenidamente. La práctica de métodos no profesionales en cualquiera de los procesos indicados no garantiza el éxito en el funcionamiento de la marca. Recurre al servicio técnico de Equilátera ante cualquier duda o incidencia.
Consideraciones generales a tener en cuenta para el proceso de creación de una marca:
Sin marca no hay negocio. El 80% de las ideas o proyectos de emprendimiento no prosperan porque no vienen acompañadas de una estrategia de marca.
Una marca no es un logo, ni el nombre de tu idea, ni siquiera su aspecto.
Una marca es la esencia de tu proyecto, lo que da sentido a tu idea, es mucho más que la imagen que quieres proyectar. Es el tipo de relación que quieres crear y conservar con tus clientes. Es todo aquello que hacen que te elijan a ti y no al resto de ideas similares que hay en la estantería.
La marca es lo que enamora a tus usuarios, lo que hace que quieran un BMW y no un coche cualquiera.
Detrás de cada marca estás TÚ y eso es lo que la hace única e irrepetible.
Para iniciar la creación de una marca es necesario determinar cómo habla, qué dice y a quién. Porque una marca que habla a todos no le habla a nadie.
Ten el corazón del proyecto a mano. ¿Qué te motivó a inventar tu producto? ¿Por qué decidiste dar el paso y materializar una idea en algo tangible? Recordar el propósito, la motivación y los principios que te impulsaron a crear un proyecto es la manera más práctica e idónea de iniciar el montaje de su marca.
Puede que en tu cabeza esté muy claro pero nadie puede leerte la mente. A la hora de crear una estrategia de marca es imprescindible limpiar la mesa de trabajo, ordenar el material y que todas las piezas de la idea encajen. Dar respuestas a preguntas directas te ayudará a sintetizar y comunicar mejor tu proyecto, tu invento.. Sólo así conseguirás ir dándole forma de negocio construyendo una marca que tenga sentido y utilidad; de lo contrario, tu idea seguirá siendo maravillosa, pero seguirá estando sólo en tu cabeza y no en la pasarela de pago de un proceso de compra-venta.
El proceso de creación de una marca es como respirar, si lo haces en el ambiente adecuado, oxigenará tus ideas: dándoles más vida. Pero también tiene mucho que ver con lo que te rodea. Inspira(té) de todo aquello que te motiva, te gusta, lo que amas y también de lo que odias y jamás querrías ser.
Analiza la competencia y posibles competidores: qué hacen, cómo lo hacen. Observa, estudia, conoce y compara. Luego, expulsa todo aquello que no te aporta. En definitiva, coge aire porque el trabajo de instalación no ha hecho más que empezar.
Tu criatura necesita un nombre, pero a diferencia de un niño o de una mascota, el naming de tu marca debe reunir más requisitos que simplemente satisfacer a los abuelos, cumplir con el santoral o seguir la moda. Elige un nombre libre de derechos, sonoro, original, que deje marca – nunca mejor dicho – pero que también hable de ti, de tus valores, de todo aquello que tu proyecto, idea o invento puede hacer por los demás. (ejemplo Capibara).
Un nombre que sirva de punto de partida, pero también de llegada, para el storytelling que vas a construir alrededor de él. Y no olvides ser estratégico: piensa en cómo se comportará en otros idiomas o en contexto online. No tengas miedo a innovar. Recuerda que el Juan o María no es tu naming, si no tu base line, es decir, ese apellido que pondrás a tu nombre para que todo el mundo sepa a qué te dedicas realmente y puedas posicionarte correctamente.
Estás en pleno proceso de gestación de una marca. Ya le has puesto nombre pero todavía no sabes qué aspecto tendrá. ¿Vas a dejar por eso de imaginar cómo será todo cuando llegue? No, por eso es el momento de pensar cómo te hace sentir tu proyecto y cómo quieres que se sientan los demás cuando lo vean convertido en marca. Es el punto de instalación en el que defines los conceptos que te servirán de base para atornillar la identidad de tu marca a largo plazo, además de ser fuente de inspiración y energía.
Establece los valores, atributos, emociones y asociaciones de ideas con las que quieres atraer y fidelizar.
Realizar un argumentario de marca te ayudará a consolidar tu naming, pero también a construir tu arquitectura (conjunto de estrategias de comunicación y marketing) y definir tu personalidad (la identidad visual y textual con la que te reconocerán) y la promesa que cumplirá a quienes la elijan.
El logo a una marca es como el dinero a la felicidad, no lo es todo pero ayuda bastante. Aunque más que de logotipo hablamos de identidad gráfica corporativa, de todos aquellos elementos que te van a mostrar y diferenciar visualmente.
En este proceso hay multitud de aspectos a tener en cuenta: la psicología de los colores, el cuerpo y estilo de la tipografía, su aplicación y comportamiento en diferentes soportes y canales o si tiene anagrama o no, entre otros. Todo debe quedar perfectamente claro y recogido en un manual de identidad.
Crea una frase cuyo éxito esté en su sonoridad, pero también su capacidad de decir mucho en pocas palabras. Hablamos del slogan o claim de tu marca: esa idea que te acompañará en todo momento para recordarle a tu público quién eres, cómo eres y qué le ayudarás a conseguir. Es la puntilla perfecta para apuntalar la construcción de tu identidad, de modo que todos puedan recordarte, no sólo por el logotipo, sino por lo que oyes cuando tienes los ojos cerrados.
El mejor acabado para tu marca es que seas fiel a ella y a quienes has elegido como tu público objetivo. No trates de aparentar lo que no eres, sé coherente en cada mensaje visual y textual que transmitas, aun cuando lo hagas de diferentes maneras según el medio desde el que estés comunicando.
La mayor decepción es aquella que obedece a una expectativa mal gestionada, por eso que tu marca sea veraz y auténtica en todos los sentidos. Para conseguir todo eso necesitas una estrategia de comunicación corporativa que te ayude a definir qué dices, cómo lo dices, cuándo, dónde y a quiénes.
Todo producto o invento tiene que acabar en manos de alguien para que lo utilice, pues de lo contrario sólo es una idea, no un negocio… Para que así sea su envoltorio tiene que resultar atractivo pero, al mismo tiempo lo suficientemente práctico como para que llegue a su destino en perfectas condiciones de uso.
Sí, estamos hablando de estrategia de desarrollo de negocio, es decir, de todo aquello que alinea la imagen, la comunicación y los valores con los objetivos de venta.
Es decir, hablamos de marca, del conjunto de elementos que envuelven a tu proyecto o idea para que enamore y no sólo convenza, para que sea el elegido y no el descargado. Pero con marca sí hay negocio, por eso también hablamos del conjunto de estrategias y planes de acción que ayudarán a ‘transportar’ la caja hasta su destino final. Y aquí cualquier escaparate y medio de transporte es bueno si contribuye a incrementar las ventas: marketing online, campañas de publicidad offline, street marketing, organización de eventos, etc.
La marca no acaba cuando publicas tu página web, imprimes un catálogo o formalizas tu primera venta. La marca es una relación de amor con tus clientes y quieres que sea para toda la vida. Por eso tu estrategia de comunicación y de marketing irán siempre de la mano, adaptándose en cada momento a las necesidades que vayan surgiendo, cumpliendo nuevos retos, haciendo a tu marca más fuerte, mejor posicionada, más querida, más visible, más brillante..
Para que tu marca sonría tienes que hacerlo tu primero. Recuerda: somos lo que significamos, pero sobre todo lo que sentimos.
/ 1. Estrategia
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/5. Marketing
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¿No sabes por dónde empezar? ¿Desconoces cómo usar cada una de esas herramientas?
Tranquilidad 🙂 Nadie dijo que este manual de instrucciones fuese para el automontaje de una marca.
Confía en el KIT de EQUILÁTERA.
