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24 ‘empujones’ para desatascar tu comunicación

Que confíes tu estrategia de comunicación corporativa y redacción de contenidos a profesionales no impide que tengas que afrontar a diario un montón de tareas que exigen comunicarte por escrito con tus clientes y proveedores. Redactar algo más que un whatsapp puede convertirse en un suplicio para quienes no se sienten cómodos escribiendo en un contexto profesional. Mucho más  cuando lo que redactas tiene un objetivo: captar la atención de tu público o incluso persuadirle para que te compre o elija.

Por eso queremos ayudarte a mantener el tipo con 24 consejos muy sencillos de poner en práctica.

A / ACCIÓN

Ponte manos a la obra con un objetivo claro: generar la reacción del lector, usuario o cliente para que termine sintiendo, pensando o haciendo algo. Buscamos la conversión y para eso tienes que conducir a la persona hacia donde quieres que llegue: un me gusta, un formulario de contacto, un carrito de la compra, una pasarela de pago.  Define el objetivo en función de la necesidad que tengas en cada momento, pero provoca una acción.

B / BREVEDAD

Evita las palabras innecesarias, las que hacen bulto y no aportan valor al contenido. No es tanto la cantidad (que la determinará el objetivo y el soporte de la comunicación) como la calidad. Elige bien aquellos términos que siempre llaman la atención de las personas por el poder que tienen para despertar emociones y deseos. Si analizas con detenimiento quién eres, qué ofreces y a quién se lo ofreces obtendrás las claves para sintetizar las ideas principales que tienes que comunicar.

C / CORREO

Practica con tus correos electrónicos. Ahí es donde mejor puedes analizar la inercia de tu comunicación. Intenta encontrar el punto medio entre escribirle a un amigo y a un extraño. Además, no olvides el asunto del correo. El email es una herramienta muy valiosa para obtener información, feedback, y para eso debes dar motivos para que lo abran, de ahí que el asunto se convierta en la llamada a la acción perfecta para captar el interés pero sin generar falsas expectativas.

D / DRAFTS

Escribir es como meterse en el agua: cuanto más lo pienses, más fría te parecerá. No tengas miedo; no hace falta que escribas la frase perfecta a la primera. Ve ‘mojándote’ poco a poco anotando todo aquello que se te ocurra. Elige tu borrador particular (Moleskine, servilletas de tu bar favorito, audios de voz, notepad, etc.) y acumula ideas, frases, mensajes, conceptos. Ya luego llegará la fase de ordenar, filtrar y elegir, pero al menos te habrás quitado la presión de desvirgar un papel en blanco.

E / EMOCIONES

Somos más simples que el mecanismo de un chupete. No todos sentimos con la misma intensidad o respondemos a los mismos estímulos e intereses del mismo modo, pero hay una serie de emociones primarias que todos identificamos fácilmente: miedo, nostalgia, asco, envidia y que te ponga ‘palote’ 🙂 Haz que tu cliente, usuario o lector se sienta identificado con alguna de esas emociones y luego indícale cómo satisfacer la necesidad que le haya surgido como reacción a dicho sentimiento.

F / FREE

Utiliza la gratuidad para atraer a potenciales clientes. Para que entiendan el valor de las cosas hace falta un proceso de maduración y generar una necesidad. No se trata tanto de regalar como de hacer un trueque. Ofrece algo a cambio de otra cosa hasta llegar al punto exacto en el que contrate tus servicios o compre tu producto realmente porque lo quiere. Crea un ecosistema de recursos atractivos alrededor de tu marca.

G / GRAMMAR

Ti no lleva tilde y primeramente no existe. ¿Qué quiere decir esto? Que seas cuidadoso con la gramática, con los signos de puntuación, con las faltas de ortografía, la edición, el uso de negritas. No seamos fulleros a la hora de redactar. Que no seas escritor no significa que no puedas escribir con corrección y sentido común. Luego lee, relee y corrige tantas veces como sea necesario antes de dar al botón de publicar o enviar.

H / HEADLINE

La tentación vive arriba: en el titular. Por más cliché que sea la frase ‘la primera impresión es la que cuenta’, tiene mucho sentido en la realidad. Tienes que llamar la atención con esa primera frase pero sin generar falsas promesas. Ah, por cierto, ahorrar contiene la H 🙂 No olvides optimizar tus procesos de trabajo. Existen multitud de herramientas que te ayudarán a programar, conectar y analizar la información.

I / INTERÉS

El contenido no sólo puede ser atractivo, también tiene que aportar valor y ser de utilidad para tu público. Pero no despiertes el interés a costa de medias verdades. Es muy delgada la línea entre contar la realidad desde una perspectiva optimista y narrar una mentira a costa de expectativas que no podremos cumplir. No confundamos el objetivo comercial de la comunicación y el lenguaje persuasivo con la falta de profesionalidad.

J / JUEGA

No hablamos de azar. La comunicación escrita requiere de astucia, preparación y planificación. Pero también es cierto que puedes alcanzar tus objetivos de forma divertida, jugando con las palabras para combinarlas en torno a un concepto, una idea. La estrategia y la veracidad se llevan muy bien con el entretenimiento. Guárdate un as en la manga para terminar de conquistar a tu público.

L / LINKS

Procura conseguir el máximo número de enlaces a tu página web. Para eso necesitas una buena estrategia de comunicación en redes sociales y un buen posicionamiento. Y no temas referenciar a otros sitios. Colabora, comparte y otros también lo harán contigo.

M / MONEY

Rentabilizar tu trabajo no es deseable, es imprescindible. Comunicar el mensaje adecuado al público adecuado y del modo adecuado es sólo una de las múltiples herramientas que necesitas para secundar los objetivos. Pero dichos objetivos deben estar alineados, por eso la coherencia es fundamental para que tu idea, tu proyecto, tus resultados, vayan en la misma dirección.

N / NOVEDAD

Actualiza tus contenidos, pero no confundas moda con novedad. Di SÍ a adaptarte a las tendencias del mercado en cada momento. Di NO a copiar por defecto estilos y fórmulas de comunicación sólo porque a otros les haya funcionado. Analiza el comportamiento de tus usuarios, clientes o lectores. Ellos mejor que nadie te darán pistas sobre el tipo de información y servicios que debes ir modificando y/o incorporando para que tu web, blog o proyecto quede desfasado.

O / OBJETIVO

Si no tienes claro por qué y para qué quieres hacer algo, entonces, mejor ni empieces. Una cosa es que modifiquemos nuestra toma de decisiones conforme avance un proyecto y otra muy diferente es no tener claro los objetivos e ir dando bandazos todo el rato. Y cuando hablamos de objetivos no nos referimos sólo a los resultados. Acota tu tiempo para cualquier tarea y cuando realices una que ésta tenga un propósito.

P / PASIÓN

La pasión es una fuerza motriz insustituible, pero por sí sola no basta. Acompaña tu pasión de otras factores que también empiezan por p: planificación y práctica. Al principio todos empezamos con muchas ganas pero a medida que la intensidad de la ilusión disminuye, vamos pasando por alto una serie de procedimientos y pautas que son necesarias para darle continuidad al proyecto.

Q / QUESTION

Recuerda el poder de la palabra porque. Todos somos receptivos cuando nos dan razones, cuando dan respuesta a nuestras preguntas. Huye del ‘soy maravilloso porque sí’ o del ‘tiro la piedra y escondo la mano’. Plantea todas las objeciones posibles que podríamos hacernos nosotros mismos en función del grado de necesidad y de conocimiento del servicio o producto que tengamos en cada momento. La respuesta a esas preguntas es la misma que deberemos dar a nuestro público.

R / REDES

Teje redes de colaboración con otras empresas, clientes o incluso con la competencia. No te aísles. En este sentido, las redes sociales son también una plataforma imprescindible para visibilizar tu marca y para estar en continuo contacto con tu público. Al fin y al cabo, no olvides que todo esto va de personas que hacen cosas para otras personas. Eso sí, analiza primero qué tipo de red social es la que mejor se adecua a tu perfil, público y objetivos.

S / STORY

La mejor historia es aquella que no queremos que acabe. Porque nos ayudan a rescatar emociones a las que no siempre sabremos ponerle palabras o imágenes, pero con las que nos sentimos identificados: bien porque las hayamos vivido, bien porque estemos deseando vivirlas. Por eso la técnica del storytelling nunca defrauda (siempre y cuando se haga bien)

T / TALK

Conversa y escucha a quienes tienen mucho que aportarte: tus clientes. El uso de testimonios no sólo te ayudará a construir historias con las que generar confianza y credibilidad, sino que también te aportará una información muy valiosa para seguir mejorando. Una todas las herramientas que estén a tu alcance: entrevistas, focus group, foros de opinión, webinar, etc.

U / ÚNICO

Quizás tu producto o servicio no sea único, pero tú sí lo eres, por tu experiencia, tu forma de ver la vida, tus piedras, tus éxitos, tus miedos y aspiraciones. Porque todo lo que digas y hagas acabará hablando de ti.

V / VALENTÍA

Todos nos hemos tirado alguna vez al vacío a sabiendas de que no se abriría el paracaídas. Pero, a veces, quedarse es también una forma de llegar muy lejos. A la hora de iniciar tu proyecto, de elegir el tono de tu comunicación, de tomar decisiones, es necesario que encuentres el equilibrio entre arriesgar y saber esperar. ¿Cómo encontrarlo? Esa respuesta sólo la tienes tú.

W / WRITE

A escribir se aprende escribiendo. Lee, escribe, borra y vuelve a escribir. No tienes por qué ser la persona más original del mundo. No vas a ganarte la vida escribiendo libros. Sólo tienes que intentar envolver con palabras todo lo que te quepa entre pecho y la cabeza (corazón-razón)

X / XXX

Si no encuentras las palabras adecuadas en el texto que estás escribiendo, no rompas el flujo creativo en busca de una solución. Escribe XXX donde sea necesario y después completa los huecos. (Y sí, sexo contiene la x y también libera tensiones cuando no sabes cómo continuar)

Y / YOU

Habla de tú a tú con tus clientes, usuarios, lectores. A todos nos gusta que nos reconozcan por nuestro nombre, gustos y personalidad. Y para hacerlo así necesitas mucho más que elegir un lenguaje cercano. Tienes que dedicar tiempo a preguntar, escuchar y analizar todo lo que te cuenten, hasta cuando no hablan.